La semana pasada realizamos la visita a «Zoolandia» en busca de caracoles de agua para nuestro acuario del aula.





Al llegar allí, Nicolás nos estaba esperando para mostrarnos y explicarnos que tipo de caracoles había, que cualidades tenían y sus características. De esta forma, nosotros aplicaremos de forma adecuada cada uno de los cuidados necesarios para el día a día.



Nos explicó que hay varios tipos de caracoles de agua dulce y entre ellos, centramos nuestro interés y atención en los caracoles Nerita: es un género de pequeños caracoles acuáticos con opérculo de la familia Neritidae, los nerites. Son también moluscos gasterópodos marinos, de agua salobre y, a veces, de agua dulce. Allí, pudimos observar dos de esta familia:
«El caracol nerita zebra»
- Es perfecto para los acuarios de agua dulce, ya que mantienen limpio de algas el ecosistema.
- Limpian los cristales, las superficies de las plantas, las rocas, las grandes hojas de las anubias, en fin, todo el acuario.
- Es una especie procedente de África.
- Su temperatura ideal está entre los 20 y los 26ºC.
- Alcanza un diámetro de entre 1 y 3 cm.
- Es muy fácil de cuidar y mantener.
- Es de color naranja tirando a marrón claro.
- Presentan rayas negras que parten de su base.
«El caracol nerita cebolla rojo»
- Neritina semiconica, más conocido como Caracol Cebolla Rojo es una especie de molusco gasterópodo de la familia Neritidae en el orden de los Archaeogastropoda.
- Mantiene los cristales del acuario limpios de algas y restos de materia orgánica.
- Totalmente inofensivo.
Así que después de observar los beneficios que podían aportar estos pequeños moluscos a nuestra vida acuática en el aula, decidimos comprar 6 caracoles de esta variedad tan bonita y peculiar.





Además, encontramos muchísimos peces (tanto de agua dulce como de agua salada), y entre ellos, pequeñas carpas como las que tenemos en nuestra aula. Así que aprovechamos la ocasión y quisimos acoger a otro pececito para nuestro acuario. Lo elegimos entre todos: es de color naranja y negro.


Al llegar al aula, preparamos el acuario para integrar dentro de este ecosistema a estos nuevos inquilinos y para ello, debimos verter mucha más agua mineral dentro él. Les pusimos comida y limpiamos los elementos que estaban un poco sucios para que su mantenimiento sea óptimo y adecuado para la vida de nuestros peces y caracoles.



Los caracoles no sólo comen coles,
también nadan en el mar
y pueden convivir con algún que otro calamar.
Aunque… ¡Son unos verdaderos soles!
Alumnos/as de 3 años