La más elemental de las estructuras poéticas, la estrofa binaria por excelencia. Si se acompaña de imágenes, se llama «aleluya»; los valencianos las llaman «aucas».
Los niños, acceden al lenguaje por el furgón de la cola de las palabras, hay que crear cuentos y juegos ecolálicos (debajo de un botón, -tón, -tón, -tón) para estimular el lenguaje y jugar así con las palabras.
Todos estos ejercicios son para entrenar la lengua, los labios… con el objetivo de prepararles para aprender a hablar.
Como dice Federico…
Los infantes viven en el reino de la rima consonante. Cantar y contarlos para espantar el miedo.
Federico Martín Nebras
Alumnos/as de 1 año