EL CUERPO RITMADO

El conocimiento del cuerpo es una base esencial para el asentamiento de la propia imagen, es el primer referente que la niña y el niño tienen para conocerse como personas. La propia imagen se establece y se configura progresivamente, sobre un cuerpo biológico, a la vez que se diferencia de los objetos sobre los que actúa y de las personas con las que interactúa.

El cuerpo se constituye en el mediador y en instrumento de la intervención del sujeto, es el substrato de las percepciones y las emociones, a la vez que es un objeto de conocimiento con su propio proceso de construcción.

El conocimiento y control del propio cuerpo implica un conocimiento global y segmentario y una coordinación dinámica general, que conlleva el progresivo desarrollo de las habilidades manipulativas.

La adquisición de hábitos de salud, higiene y nutrición, está también implicada en dicho conocimiento, en ella se sientan las bases para la progresiva conquista de la autonomía personal.

En la construcción de la identidad propia intervienen, entre otros factores, la imagen de uno mismo, los sentimientos de eficacia, seguridad y autoestima.

El desarrollo de la capacidad de descubrir y utilizar las posibilidades de acción incluye los distintos aspectos perceptivo-motrices, cognitivos, afectivos y relacionales implicados en la resolución de las tareas que se plantean en la vida cotidiana, en situaciones lúdicas, domésticas, o de otro tipo. Las actividades de tipo lúdico, el juego tanto el de normas como el simbólico son básicos en esta etapa educativa.

Alumnos/as de 2 años

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