Junto a Pablo Maestre es autor de La ratita presumida. Pero Rodorín no se considera escritor. Y es que detrás de todo buen titiritero hay un dramaturgo, un escultor, un cantante, un escenógrafo.
Deseo, deseo…
que todos los días sean de Carnaval,
Que no se apague la música,
Que no se callen los cuentos,
que cuando me duerma me cantes, lento, lento, lento…
En esta semana tan especial, hemos tenido el privilegio de poder disfrutar de varios encuentros maravillosos. Uno de ellos ha sido junto a
RODORÍN
Rodorín realiza propuestas que aúnan los cuentos y los títeres. Oralidad y juego. Cuentos dramatizados a través de la manipulación de libros, marionetas y objetos que se utilizan de manera paradójica, humorística, poética o irónica. Dicen de él que es como eso que lleva dentro el cascabel, esas piedrecitas casi invisibles que son como su alma alegre y dichosa.
Nos ha traído juego con diversos elementos cercanos a nuestro mundo (el de los niños y las niñas): libros, títeres y marionetas. Juguetes y objetos cotidianos que de modo figurativo o simbólico pasan a convertirse en personajes de las historias a través de su manipulación y su oralidad.
Al finalizar el encuentro, nos ha escrito una dedicatoria en nuestro libro, muchas gracias Rodorín.
Alumnos/as de 2 años