JUGANDO AL ESCONDITE

De los 18 a los 24 meses, el niño ya entiende que podemos esconder el objeto en cualquier lugar, aunque él no nos haya visto esconderlo o sea un escondite que nunca hayamos usado. Esto ocurre porque el niño ya es capaz de representar mentalmente el objeto y de imaginarlo en cualquier parte.

Cabe mencionar que como en cualquier otro hito de la infancia o del desarrollo, cada niño tiene sus ritmos por lo que las etapas que clasifica Piaget no tienen por qué darse en todos los niños por igual.

Lo que sí está claro es que la adquisición por parte del bebé de la ‘permanencia del objeto’ es un paso muy importante para su desarrollo, pues gracias a ello empieza a entender que los objetos y las personas tienen una existencia independiente a él, además de permanente (siguen existiendo aunque no pueda verlos).

En este sentido, los juegos de escondite son la actividad por excelencia, aunque debemos adaptarlos a la edad del infante, según evoluciona su concepto de permanencia del objeto.

Catalina ha traído hoy este juego tan divertido, y ha hecho desaparecer incluso a Èrika nuestra maestra.

sesión de lenguaje y expresión corporal en el aula de 2 años

Alumnos/as de 2 años