El contar cuentos es un acto intenso, de comunicación personal. Invita al recogimiento, a concentrarse, a refugiarse. Por eso, el círculo o semicírculo, evocando el círculo alrededor del fuego, del árbol, reúne aún los elementos dispersos y primarios del núcleo inicial, cuando la historia era sentida como una parte de cada uno, una parte de todos los que se congregaban.
El escuchar supone un contacto con la palabra y el espacio donde esa palabra se inscribe. Este contacto tiene una forma ancestral, el narrador y el círculo, clan cerrado, espacio transformándose por la evocación de la palabra de otros espacios, tiempo dilatándose, círculos agrandándose, hasta sumergirnos en el no-espacio-no-tiempo. «Palabra esencial en el tiempo», decía Antonio Machado de la poesía.
Había una vez…
Èrase que se era…
La semana pasada en nuestra escuela tuvo lugar el XXXIV Carnaval Literario «A la poesía, rumor de aromas», y además de contar con varios encuentros con autores nuestra maestra Érika organizó un taller con las familias sobre poesía cantada y cuento en verso.
Los niños de 1 año y sus familias se han reunido en el aula para disfrutar de unas sesiones de cuento y literatura infantil.
Ha sido muy emotivo, esperamos que os haya gustado y poder repetir muy muy pronto.
Y colorín colorao, el que no levante el culo, lo tiene… ¡achicharrao!
Alumnos/as de 1 año